Cuando hablamos de ideas surgen dos grandes grupos de opinión:
- Los que piensan que lo más importante es tener una buena idea.
- Los que piensan que lo importante es saber materializar la idea en algo rentable (da igual si la idea es mediocre mientras se gane dinero con ella).
Ambas opiniones pueden ser ciertas, pero si la idea es buena de verdad ¿por qué no nos hace ganar dinero?
Las empresas estamos en búsqueda constante de buenas ideas, ideas originales, diferentes… pero sobre todo rentables.
Un departamento de marketing debe trabajar en la búsqueda y selección de buenas ideas y sobre todo en como alcanzar la máxima rentabilidad materializando esas ideas.
Una buena idea es el inicio de una gran empresa, de un producto diferente, de un buen proyecto, del éxito de una campaña comercial… Una buena idea te obliga a desarrollar una buena estrategia para alcanzar el éxito. Pero además una buena idea facilita todo este trabajo y motiva a las personas que trabajan en el desarrollo de esa idea.
No todas las buenas ideas nos hacen ganar dinero porque no siempre tenemos la capacidad de lanzar al mercado esas grandes ideas. Los motivos son diversos, pero casi siempre coinciden en estos aspectos:
- Falta de recursos: tiempo, personas, dinero, materias primas…
- Falta de conocimientos: no saber desarrollar la idea, qué pasos hay que dar, a quién recurrir, por dónde empezar…
- No saber crear un adecuado modelo de negocio: dirigir la idea al mercado adecuado, poner en valor las ventajas competitivas, elegir los canales de venta, analizar la viabilidad (técnica, económica, comercial)…
- No tener un factor diferencial que sea percibido por el mercado como algo innovador, exclusivo, único…
- No elegir el momento adecuado: una buena idea puede dejar de serlo si no sabemos elegir el momento más idóneo para lanzarla.
- No saber “vender” la idea a las personas adecuadas: a inversores, colaboradores, socios, trabajadores, proveedores, distribuidores y clientes.
Estos son algunos de los principales motivos que hacen fracasar las buenas ideas, pero hay uno que está por encima de todos los demás y que hace que el 90% de las buenas ideas nunca se inicien. Ese motivo es el miedo al fracaso “¿qué pasa si la idea sale mal?”, nosotros respondemos diciendo “¿qué pasa si la idea sale bien?”
Si crees que tu idea es buena, ve a por ella o si no, otros lo harán por ti.